Uno de los servicios que solicitan los clientes muy a menudo es la versión de su página en idiomas. Es cierto que internet no tiene fronteras y desde cualquier punto del planeta puedes presentar tus productos en el otro extremo, el inconveniente es que es sencillo que tu página se vea en Australia pero conseguir que venda algo a un Australiano o que sea eficaz el mensaje es una tarea mucho más costosa.
Me he tropezado más de dos veces con la siguiente situación: Un cliente (grandes y pequeños) decide “añadir idiomas a su página web”. Normalmente si la página ya está construida y es relativamente compleja (por ejemplo con noticias, productos, sistemas de pago, etc.) tiene un coste considerable adaptar el funcionamiento de la programación, la base de datos y crear nuevas funcionalidades para realizar el soporte de varios idiomas. La primera barrera a superar es la comprensión de estos cambios, para el cliente la web ya está hecha, sólo hay que añadir unas banderas…
Superado el paso técnico, el cliente tiene que valorar si realmente dispone de medios para escribir cada noticia en Francés, Portugués, Italiano, Catalán, Gallego, Chino y Árabe por aquello de Dubai. También normalmente no se tiene en cuenta el sobrecoste que supone tener que realizar modificaciones y ampliaciones para la web en todos los idiomas, los retrasos que supone no poder lanzar la campaña X al no haber enviado el traductor los textos (y su coste en caso de ser externo), el esfuerzo y tiempo que supone sacar la versión de temporada teniendo en cuenta sus 6 idiomas, etc.
La mayoría de las estrategias sin planificación acaban en un rotundo fracaso, las versiones de idiomas quedan sin actualizar dando muy mala imagen, la versión en castellano crece pero no se amplían las secciones de idioma por temas de costes, nadie atiende el contacto al estar en un idioma desconocido, etc. Resultado: Dinero tirado e imagen de la empresa perjudicada, además de no vender prácticamente nada.
Punto de partida:
Para que no nos pase este desastre vamos a intentar organizar nuestro crecimiento. En primer lugar y en función del tamaño de nuestra página, el presupuesto y el volumen de información tendríamos que encuadrar la página en uno de estos estereotipos: Continue reading »